Servicios jurídicos. Cambios en el entorno
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Desde los ojos de cualquier ciudadano, la vida, también desde el punto de vista jurídico, se ha vuelto extraordinariamente compleja. En cada acción de la vida cotidiana, desde las más elementales hasta las más complicadas, el ciudadano ha de nadar continuamente en un marejada de normas permanentemente cambiantes y en aumento constante.
Índice de Contenidos
Relaciones jurídicas
En ese mayor enredo normativo, las relaciones jurídicas que involucran a cada persona se vuelven cada vez más difíciles de controlar sin contar con un profesional del Derecho cerca. A la par, ese mismo fenómeno de una realidad más compleja y la irrupción frenética de las nuevas tecnologías ha ido orientando los servicios jurídicos de calidad a la súperespecialización de los profesionales, añadiendo valor y calidad a los servicios, pero también alejándolos del alcance de los ciudadanos de a pie.
Superespecialización
Cada uno de nosotros ha ido potenciando, dentro de su especialidad, un área específica y particular. Naturalmente, esa evolución, apoyada por las facilidades que para la prestación de servicios introducen las nuevas tecnologías, permite, desde nuestra modesta atalaya, competir abiertamente y de forma exitosa en esas áreas de superespecialización frente a las grandes firmas, éstas más con la mirada en la cuenta de resultados y muchas veces impedidas por altos costes de explotación, cada vez menos justificables en un mundo que camina hacia la digitalización.
Dgitialización
En ese panorama, el de la digitalización, la inteligencia artificial, el big-data, también el blockchain y los smart contracts reconozcámoslo ya, los modelos de negocio jurídico basado en hacer las cosas una sola vez y venderlas veinte, como si de una cadena de montaje se tratara, casi de forma mecánica, saldrán del área propia de nuestra actividad como abogados y pasarán, como ya mismo están pasando, a manos de bancos, aseguradoras y otro tipo de empresas, como, por ejemplo, las empresas editoriales, como parte complementaria de su negocio.
El riesgo en los servicios jurídicos
En este horizonte, productos tales como el seguro de defensa jurídica, como tal y como ya ha ocurrido en el mundo anglosajón, son cada vez mas populares. Permiten alejar la incertidumbre de los riesgos jurídicos a los que nos vemos sometidos de ordinario, minoran su coste y, dependiendo de su cobertura, permiten el acceso a servicios jurídicos prestados por profesionales altamente especializados en el área de riesgo jurídico que se pretende cubrir.
En línea con ese argumento, en un panorama en el que imprecar justicia conlleva aceptar cada vez más incertidumbre y exige mayor tiempo, cobran mayor peso y valor servicios jurídicos preventivos, que minoran los riesgos jurídicos y atenúan el alcance del daño cuando éste se materializa cuando, por ejemplo, ha de acudirse a los tribunales.
En el ámbito que yo me muevo, según los datos estadísticos del propio Consejo General del Poder Judicial (año 2017), al ciudadano que recurre y acude a los tribunales de los contencioso-administrativo, le acechan una media de 331 días de espera. Imagínate, casi un año mirando para el cielo.