Tarjetas de visita. Por qué seguir utilizándolas en un Despacho de Abogados
Escuchar este artículo ahora
Getting your Trinity Audio player ready...
|
Por fin nos desvirtualizamos. Me entregó su tarjeta de visita, me llevé la mano a la cartera, la abrí con incertidumbre y la vi. Aliviado, recordé que la última vez que había decidido imprimir tarjetas de visita en Helloprint, había metido un par de ellas en la cartera. Respiré tranquilo y le entregué la mía. No me había vuelto a pasar. Uff!
Índice de Contenidos
En marzo del próximo año nuestra web mymabogados.com cumplirá veinte años. A la mayor parte de vosotros os parecerá una broma, pero en ese momento —no tan lejano en el tiempo—, el simple hecho de tener web o utilizar intensivamente las nuevas tecnologías era algo que te distinguía sobre el resto de los abogados.
Innovación
Nuestra profesión nunca se ha caracterizado precisamente por ser abanderada de la innovación. Aquella primitiva web propició en nuestro despacho el uso intensivo del correo electrónico e, irremediablemente, la digitalización del mismo y la puesta en marcha de nuestro proyecto particular de oficina sin papeles.
Por suerte éramos una organización pequeña y ello la hacía flexible y con actitud proactiva ante los cambios (y lo seguimos siendo). Cada uno de nosotros estábamos experimentando los beneficios y las oportunidades que ofrecía el uso intensivo de las nuevas tecnologías en una profesión anclada en la forma tradicional de hacer las cosas, y eso nos hacía sentir orgullosos.
Nuestro modelo
Para ser justos, todo aquello no venía de la nada: habíamos tomado como modelo a un grupo de abogados del Reino Unido especializado en fusiones y adquisiciones de empresas, multipremiado por su proyecto de teletrabajo. Entendimos que el espacio físico aún seguía siendo importante para nuestra profesión, pero que, con el paso del tiempo, la sede más relevante de nuestro despacho, la que diría todo sobre lo que somos, sería nuestra web, más que la sede física de la calle Valentín Sanz,13.
El marketing y los detalles
A partir de ahí buscamos la manera de utilizar a nuestro favor, esas peculiaridades de nuestra organización dentro de la profesión. Por supuesto, en nuestro país entonces se hablaba poco o nada de marketing de abogados, y nos fijamos en un gurú americano del “lawyer marketing” llamado Trey Ryder. Especialmente útil fue su “31 pasos que puedes dar para incrementar tu credibilidad”.
Nos dimos cuenta de la importancia de los detalles para proyectar la imagen que deseas. Convertimos algunos asuntos recurrentes en nuestro despacho en “productos”. Cada producto tenía un folleto impreso de presentación: el audiovisual, la auditoría laboral, la gestión de cobros, la empresa familiar… Cada uno tenía su “brochure”. Además de una carpeta del despacho y una tarjetas de visita realmente fashion (hoy en día las pedimos online). Todo impreso.
Cultura libre
Esas eran nuestras herramientas de ventas en el mundo analógico. Decidimos entonces, influenciados por Lawrence Lessig y su “Cultura Libre”1Referencia: https://es.wikipedia.org/wiki/Cultura_libre_(libro), volcar todos nuestros esfuerzos en el blog del despacho: ofrecer de manera comprensible y accesible nuestros conocimientos. Eso contaba, mejor que nada, cómo es nuestro trabajo y cómo lo hacemos. Eso funcionó. Desde entonces el blog-despacho-digital no sólo atrae visitas y clientes, sino que se ha convertido en la mejor referencia de nuestro trabajo.
Tarjetas de visita y relaciones
Todo muy digital, pero no te voy a ocultar lo satisfactorio que es desvirtualizar a clientes, compañeros o seguidores de nuestro despacho y sus redes sociales, recibir su sonrisa, darles la mano, cambiar impresiones y finalmente intercambiar tarjetas de visita, que dicen y cuentan de quien las entrega mucho más de lo que uno piensa. Y en esa escena, llevarte la mano a la cartera y darte cuenta de que ahí está. Uff! No me ha vuelto a pasar.
Notas
⇡1 | Referencia: https://es.wikipedia.org/wiki/Cultura_libre_(libro |
---|