Nuevamente Sobre el Escándalo Volkswagen
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Hay asuntos que nos escandalizan, pero yo creo que de alguna manera también nos ayudan a abrir los ojos. Para algunas empresas, digamos humanos, el acumular dinero es más importante que la persona de al lado. Seguramente viven engañados por aquel señor al que Francisco Quevedo se refería como “Poderoso caballero”, del que decía entre otras cosas:
Es tanta su majestad,
Aunque son sus duelos hartos,
Que aun con estar hecho cuartos
No pierde su calidad,
Pero pues da autoridad
Al gañán y al jornalero,
Poderoso caballero
Es don Dinero.
Hace unos días publicamos un artículo sobre Volkswagen y el fraude de las emisiones contaminantes. Uno de esos temas que nos ayudan a ver el poder de don Dinero en las personas. En el momento de escribirlo no conocíamos si habían vehículos afectados en España, al día de hoy, Volkswagen ha reconocido que en nuestro país hay 683.626 vehículos equipados con motores Diesel del tipo EA 189, y montados no sólo en vehículos marca Volkswagen, sino también en Seat, Audi y Skoda. Incluso el fabricante, de motu propio, ha dicho que va a solucionar el problema con la máxima celeridad y que se hará cargo de todos los costes.
Por otro lado el Ministro español de Industria, ha dicho que si hubiera que reclamar la ayudas del plan PIVE, a quien exigirían la devolución es al fabricante, no al consumidor. Buena noticia. No obstante, parece ser, según publica el diario “El Mundo”, versión digital 1 de octubre 2015, que Volkswagen ha garantizado que el fraude de las emisiones contaminantes de sus vehículos diésel, no afecta a las de CO2 por las que recibieron ayudas del plan PIVE al vehículo eficiente, pues parece que el software instalado en estos motores tiene que ver con emisiones de óxido de nitrógeno (NOx). Para los que no lo sepan, es un gas liberado al aire desde el escape de vehículos motorizados, sobre todo el diésel, y a largo plazo pueden tener graves efectos sobre la salud de las personas.
La decisión de un consumidor sobre si entablar las diferentes acciones legales a las que nos referimos en nuestro anterior artículo, va a depender de lo que entiende el Fabricante cuando dice que va a solucionar el problema. Quizás se refiere a que lo que va a hacer es desactivar el software trucado. Y puede ser que esta solución no afecte a la potencia y otras prestaciones del vehículo, pero que el vehículo continúe contaminando. En este primer caso, si el consumidor quería un vehículo poco contaminante y lo logra acreditar ante un tribunal, podría tener cabida una rebaja en el precio o una indemnización por los daños y perjuicios. Incluso plantearse la resolución del contrato. Ello, dependerá de que se pueda acreditar que dicho aspecto influyó en la decisión de compra. Y si la marca, con solucionar el problema, se refiere a que va a reducir las emisiones contaminantes y resultara que ésto influye en la potencia o en otras prestaciones del vehículo, las consecuencias pudieran ser similares. Una pérdida de potencia, es claro, debe ser indemnizada, y en algunos casos, si fue determinante en la decisión de comprar el vehículo, causa de resolución de la compra.