El 25 de mayo del 2018 entró en vigor en toda Europa el Reglamento General de Protección de Datos de 27 de abril de 2016.
Este reglamento de protección de datos europeo regula determinados derechos de los ciudadanos europeos que mejoran la capacidad de decisión y control de sus propios datos personales. He pensado que nos vendría bien un pequeño recordatorio de esos derechos regulados.
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Todos los responsables del tratamiento deben informar de los derechos de los ciudadanos europeos que mejoran su capacidad de decisión y control de sus propios datos personales, en el momento de recoger los datos personales que desea tratar, y debe facilitar un mecanismo gratuito, para que el ciudadano los pueda ejercer.
¿Cuáles son esos derechos?
El derecho de acceso implica poder dirigirse al responsable del tratamiento para conocer si está tratando o no sus datos de carácter personal y, en el caso de que se esté realizando dicho tratamiento, implica el poder obtener copia de los datos que se tratan, a obtener información de la categoría de datos que trata y con qué fines, si se van a ceder, por cuánto tiempo se van a conservar, si los va a transferir a un tercer país y que le informe de sus derechos como el de presentar una reclamación ante una autoridad de control.
Este derecho supone que el interesado pueda solicitar al responsable del tratamiento que rectifique los datos inexactos, o que se completen si no estuvieran completos.
Incluido dentro de éste el derecho al olvido. El derecho de supresión implica el que se pueda solicitar la supresión de los datos cuando el tratamiento sea ilícito, o cuando haya desaparecido la finalidad que motivo el tratamiento.
Se establecen una serie de excepciones en la que no procederá ese derecho, como cuando deba prevalecer la libertad de expresión o información.
En determinados casos el interesado puede solicitar se suspenda el tratamiento de datos, como cuando se impugna la exactitud de los datos, mientras se verifica que ello es así, o se ejercite le derecho de oposición mientras se estudia si se admite.
Este derecho incluye solicitar al responsable que conserve los datos, pidiendo que se conserve y en su lugar se limite, por ejemplo cuando el responsable ya no necesita los datos pero el interesado sí para el ejercicio o defensa de reclamaciones.
Es el derecho a recibir el interesado, los datos personales facilitados, en formato estructurado, de uso común y lectura mecánica, para poder transmitirlo a otro responsable.
Es el derecho a oponerse al tratamiento de los datos personales, cuando por motivos relacionados con su situación personal debe cesar el tratamiento, salvo que el responsable acredite un interés legítimo a mantenerlos o sea necesario para el ejercicio y defensa de reclamaciones, u oponerse cuando el tratamiento tenga por objeto la mercadotecnia directa.
Es el derecho a no ser objeto de una decisión basada únicamente en el tratamiento automatizado, incluida la elaboración de perfiles, que afecte o produzca efectos jurídicos al interesado.
Se exceptúa este derecho cuando sea necesario para la ejecución de un contrato, esté permitido por el derecho europeo o exista el consentimiento explícito del titular de los datos.